martes, 27 de marzo de 2007

A Thin Red Line


Para empezar a atisbar la complejidad del problema de la Propiedad Intelectual en China, baste mencionar el caso de su compañía de artículos deportivos más famosa: Li-Ning.

Muchos extranjeros consideran el logo de Li-Ning (arriba) un claro ejemplo de la sonrojante cara dura con la que empresas chinas imitan emblemas, marcas o diseños de compañías occidentales, en este caso el celebérrimo Swoosh de Nike.
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Sin embargo, en el mercado chino, sobre todo a raiz de las medallas del vallista campeón olímpico de 110m Li Ning (¡coincide el nombre por casualidad!) los consumidores orientales distinguen claramente entre ambas marcas. De manera que el estándar legal habla de "confusingly similar" pero el usuario final chino sabe notar la diferencia y ello sitúa al logo de Li-Ning como "sufficiently distinct" del de Nike.
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Paralelamente, las tácticas de marketing de esta compañía no parecen ser demasiado originales: en 2004 lanzó una campaña globlal con el lema en inglés "Anything is possible" que concedamos guarda algo de parentesco con la muy famosa campaña mundial de Adidas "Impossible is nothing". Para rizar el rizo, el lema de Adidas se traduce al mandarín como "Nothing is impossible".

¿Coincidencias y buenas intenciones? ¿Mucho morro? El jurado aún delibera...

Nota: Li-Ning es por otra parte una empresa seria que cuenta, entre otros, a la selección española de baloncesto campeona del mundo entre sus clientes. La reflexión se genera precisamente al razonar que si el national-champion está en una zona gris respecto a derechos de marcas, cómo no estarán el resto de empresas del sector...

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