martes, 17 de julio de 2007

Comida no hay más que una y al perro lo encontramos en la calle

Reza un dicho cantonés que "todo lo que tiene la espalda al sol se puede comer", lo que virtualmente incluye todo lo que va a 4 patas. En realidad la cocina China no es tan "jarta" como el mito hace creer en Occidente, si bien es cierto que la colección de platos curiosos es muy larga. He aquí un recorrido por algunas delicadas exquisiteces de la cocina china:

NIDO DE GOLONDRINA: en realidad son los vencejos los que construyen unos nidos con una propiedad química especial que hace que cuando el nido se disuelve en agua, forma una gelatina con una textura única. Normalmente tomado en sopa, el nido de golondrina lleva en el recetario chino más de 400 años. Como a tantos otros productos, los chinos atribuyen a este plato toda clase de propiedades beneficiosas, lo que ha motivado que en la actualidad sea uno de los productos más caros del mundo; un bol de sopa en Shanghai puede costar unos €25 y en Hong Kong se dispara hasta los €70. El precio refleja en parte la dificultad de acceder a los nidos.

HUEVO MILENARIO: otro gran clásico... se trata de un huevo de pato que se deja fermentar en el interior de una masa de barro, ceniza, sal, lima y caña de arroz durante varias semanas o meses, según el método de procesamiento. El resultado es un huevo con la yema verde azulado y el blanco del color de la Coca-cola, muy gelatinoso. A primera vista suele producir desconfianza en el comensal occidental... Personalmente es una decepción el sabor que tiene, sobre todo si factorizas los 25 minutos que has pasado decidiendo si te lo metías en la boca o no.

SOPA DE PENE DE TIGRE: sabrosa, y en la actualidad prohibida porque cada lindo minino sólo tiene un apéndice y lo necesita para tener más lindos mininos. Mejor dejar los tropezones a un lado.

PERRO: Suele venir en trocitos ensartados en brochetas de madera de bambú, cocinadas en parrilas en la calle. Son más difíciles de encontrar y están menos extendidas de lo que se quiere creer en Occidente. Normalmente la carne de las brochetas es cordero o cerdo. La carne está buena y el rechazo es completamente cultural, si a uno no le dicen nada te las comes sin distinguir, puesto que por lo general las brochetas vienen fuertemente condimentadas. Por cierto que esto del perro salió a la luz pública a raíz del Mundial de fútbol de Corea en 2002, y yo en Seúl el pasado mes de Abril no vi canes en los menús en ningún sitio. Posiblemente sea allí también más una carne para tomar tipo snack. Nada de entrecots de husky ni villagodio de gran danés...

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